jueves, 30 de enero de 2014

El Baúl de los recuerdos...


Quisiera contarles una historia para que comprendan el valor de los recuerdos en nuestra vida.

El baúl de los viejos recuerdos:
Había una vez un viejo gruñón al que nadie quería, porque a pesar de tener mas dinero que todos en el pueblo, de poder comer hasta quedar saciado y a la vez de tener tierras por todo el pueblo, siempre estaba de mal genio. Un día estaba una pequeña cuando él se dirigía hacia un árbol a leer, en ese instante ella se acerco y le dijo:
- Hola soy Daniela 
Pero el señor gruñón no le contesto, estaba cansado y muy enfermo, solo deseaba leer y quedarse dormido, quería acabar completamente con su vida, pero la niña no se dio por vencida.
-Oye ¿Cómo te llamas? -Le dijo Daniela
La siguió ignorando hasta que de pronto la niña le acaricio la cara y le dijo:
-No eres malo, solo estas muy triste.
En ese momento el gruñón alzo la mirada, vio a una pequeña que se interesaba en él, lo que nunca había pasado desde que estaba en aquel pueblo, en ese momento recordó a los hijos que tenia, cuanto los quería, recordó de nuevo, se paro y se fue, la dejo sola. Cuando llego a su casa abrió su baúl de los recuerdos, vio la foto de sus hijos, de su amada esposa, recordó que un día se enojo mucho, grito tan fuerte a su esposa que sus hijos lloraron y le gritaron "Te odio papa", él se sintió tan mal que los dejo en la casa y con una buena cantidad de dinero y se fue, tan lejos que ellos nunca lo encontrarían, tan lejos que podía aparentar ser lo que en ese día se convirtió, dijo así mismo "jamas volveré a hacer sufrir a nadie mas", y así fue, todas las noches lloraba, suplicaba a Dios que lo perdonara pero nunca podía ser feliz, estaba tan enfermo que no podía hacer grandes esfuerzos, pero siempre recordaba, siempre.
Al siguiente día se dirigió de nuevo a leer, allí se encontraba Daniela, entonces él le dijo:
-Qué quieres niña, ¿No ves que quiero estar solo?
-Solo quiero jugar, ¿sigues triste?- Respondió la pequeña
-Ve y juega a mi déjame en paz- dijo el viejo gruñón
-Es que desde que mi papa murió nadie juega conmigo, todos se burlan de mi, y no tengo con quien jugar.-Dijo la niña bajando el rostro.
-No me interesa.-dijo el viejo
-Yo también estuve triste durante un tiempo, porque extraño a mi papa, pero ahora lo recuerdo jugando conmigo y eso me da mucha felicidad.
El viejo empezó a pensar en los buenos momentos con sus hijos y se sintió después de mucho tiempo feliz, ese día jugo con la niña, decidió viajar donde se encontraba su familia, cuando llego alli, sus hijos estaban grandes y cuando lo vieron, no se acordaban de él, pero su esposa si lo recordo, a pesar de que estaba descuidado y con barba, ya viejo.
-Familia quiero pedirles perdón, no debí gritarte, y mucho menos dejarlos, quiero volver a estar junto a ustedes, estaba tan arrepentido que pensé que lo mejor era irme lejos de casa, pero lo que realmente me hace bien es estar junto a ustedes, perdónenme.-Lo dijo llorando.
-Nosotros ya te perdonamos y hace mucho tiempo te estábamos buscando, pero no pudimos hallarte.-Dijo la esposa cogiéndole la mano.
Sus hijos corrieron a abrazarlo y le dijeron "papá te amamos".
El viejo gruñón ya no era gruñón se sano, perdonarse a si mismo lo sano.
                                                     Fin
El poder de Dios tiene que ser mas grande para ti de lo que te arrepientes, esta bien sentirte mal porque no has hecho las cosas bien, pero muchas veces le damos mas importancia a ese "Baúl de los recuerdos" que a Dios, debemos perdonarnos a nosotros mismos, perdonar a los demás, los recuerdos no siempre son malos, la lección que nos da esta historia es que mires bien lo que recuerdas, porque si solo ves las cosas malas entonces nunca vas a salir adelante, perdona, olvida, se feliz, y ayuda a los demás a serlo también.

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